En esta primera publicación de cierre de cursada presentamos una síntesis de nuestra propuesta como cátedra y algunos de los trabajos más destacados que se pudieron ver en la exposición 2013.
Sobre la enseñanza y el aprendizaje.
A lo largo de la vida, como resultado de nuestros juicios, valores y creencias, se va conformando una estructura que funciona como una matriz que nos constituye, pero que al mismo tiempo opera como un limitador. Si queremos trascender estas estructuras en la que estamos enmarcados, primero tenemos que explorarlas, reconocer sus bordes. Este proceso implica asumir que todo lo que sabemos hasta ahora, toda la teoría asimilada y las destrezas adquiridas, son sólo el punto de partida, y es en función de ello que entendemos a la docencia como la acción de abrir espacios aparentemente vedados.
Todo acto de docencia requiere de un contexto fértil para que se produzca el juego del aprendizaje, cualquiera sea la disciplina. Este juego es la “experiencia”, entendida aquí no como acumulación de conocimientos o instancias vitales, sino como un espacio de nuestra conciencia donde nos vemos arrojados a vivir un nítido tiempo presente, de permanente intercambio de subjetividades entre alumnos y docentes.
Visto de esta forma, la imagen de este juego se asemeja a la de una cadena de ADN donde los antecedentes se mezclan y combinan con un doble objetivo:
el dominio de la disciplina por un lado, y la generación de un pensamiento crítico por el otro, pensado este último como un modo social de razón, percepción y sensibilidad a todo lo que está vivo. Esto es la ética de la alteridad, planteada por Emanuel Levinas, en el sentido de que el “otro” me es necesario para ser yo. Sin el otro, en tanto diferencia, no hay enseñanza ni aprendizaje posible.
Entendida así la docencia, el resultado de nuestros alumnos es nuestro propio aprendizaje.
Marcelo Gabriele Descargar Publicación