Crema es crema de cultura contemporánea. Nueve destacados exponentes de ésta son invitados a participar del evento, que es multidisciplinario: músicos, directores de cine, escritores, dibujantes.
El tema central es siempre la cultura contemporánea, un espacio para reflexionar sobre ella, y a su vez, disfrutarla.
El festival transcurre en 3 días consecutivos. Cada día tiene como protagonistas a 3 de los invitados, quienes, dependiendo de su profesión, darán charlas, seminarios, talleres, recitales o comentarán y debatirán sobre sus películas mientras se proyecten. A su vez, cada trío de artistas presenta un espectáculo en conjunto creado para la ocasión. Todas las actividades tienen, en mayor o menor medida, espacio para la participación del público, y esto es clave para el festival, que no pretende ser un mero espectáculo para contemplar pasivo, sino generar pensamiento, debate e ideas.
Se llevará a cabo en el palacio Barolo, un edificio por demás particular y antimoderno por donde se lo mire. Un lugar inusual para un evento que pretende ser inusual. Aprovechando los numerosos cuartos y espacios que ofrece el edificio, cada invitado dispone de uno para sí, donde podrá hacer lo que quiera para el público, una exposición, una instalación o lo que se le ocurra. Estos cuartos permanecerán abiertos durante todo el festival y podrán ser visitados por el público en todo momento.
La marca:
El objetivo de la marca es reflejar esta idea que plantea el festival de abordar un mismo tema desde distintos puntos de vista. Así, cada artista tiene una gráfica asociada a él, un conjunto de elementos gráficos que lo identifican dentro del festival (por supuesto, manteniendo cierta coherencia gráfica entre todas, un contenedor visual común). Al mismo tiempo que interactúan entre ellos, interactúan sus gráficas, generando nuevas composiciones. La gráfica es una metáfora de ideas, de pensamiento, que se entrecruzan y producen nuevas ideas.
